COSAS QUE PASARON EN EL CLUB
Félix Mansilla
¿Cuántos recuerdos del pasado pueden volver con una foto? En esta historia, muchos: el tiempo, el modo de pensar los cambios de época, el amor, la amistad y los entornos.
“Félix Mansilla elige desplegar una historia en la que la existencia se revela como una colección de claroscuros, o como una cancha en la que las personas son inevitablemente ambiguas, o como una reflexión alrededor de la condición humana en la que casi durante cada instante no hay más remedio que ganar y que perder a la vez. Esa es su invitación y la envía línea por línea: en un lugar, en una foto, en una relación, en un día, en un partido, en una memoria o en un sueño cabe todo. Y ese todo nunca se presenta homogéneo, ese todo resulta “fuerte, bueno, malo, olvidable”, como queda dicho en el párrafo de apertura.
(…) El fútbol, en las páginas de Mansilla, es un telón, pero además un escenario y, por ratos, una obra. Y es el fútbol un espacio para ser con otros y con otras, pero además es un continente habitado por soledades. Mansilla escribe sobre eso pero no sólo sobre eso. De La Plata a Rosario, o de Eduardo Galeano a Erich Fromm, o del silencio de los jardines a los ruidos de la urbanidad, o de lo que modela la intimidad a lo que impone la masividad, o de los clics modernos de Charly García a los ecos de Los Beatles en Abbey Road, o de la gloria de los afectos al absurdo de las muertes, o de los contornos presuntamente certeros de la geografía de un pueblo a los horizontes sin formas estables de la ciudad, conforma un dado con mil caras y ninguna de esas caras trae el número perfecto para cantar victoria en el juego”.
Del prólogo de Ariel Scher