UNA INSOLENCIA
Marcos Abal
Quitando esnobismos de criatura lesionada, la cosa se quedaba en Madrid o Barça, por ese orden, y uno se hacía del Barça muy de pequeño como se elige la melancolía frente a la euforia y los tonos otoñales sombríos frente a la brillantez deslumbradora de las luces de una sala de espera o de un centro comercial.
Siempre me ha parecido que mis colegas madridistas llevaban un Napoleón dentro, y puede que hasta una Josefina, con esa obsesión por teñir de blanco Europa y el mundo.
Este es mucho más que un librito sobre el Barça. Es un libro sobre la infancia y la memoria, y hay en él algo, mucho de poesía.