EL TENISTA AMATEUR: DEL CINE AL TENIS (Y VICEVERSA)
Serge Daney
Este libro es una clase magistral de crónica. No de crónica deportiva. De crónica, a secas. Serge Daney no escribió sobre una década de tenis (1980-1990) para el diario Libération: la proyectó como si fuera una película, la puso en movimiento. Hizo también de cada partido, un cuento, y de cada torneo, una novela. Este libro tiene filosofía y tiene matemática. El tenis como un dibujo en el aire. Como una forma de pararse, esperar, anticiparse, neutralizar, rendirse o resistir. El asedio y la demolición; la guerra de nervios y la administración de la energía y el cansancio; la fatalidad del error; el miedo a vencer y el furor de ganar; la tiranía de la línea y la tentación de la red; la influencia del clima sobre el acto. La ley de los jueces, la ley de las gradas.
La construcción del tenista como un personaje; los roles y las máscaras. La consagración, el olvido después de la consagración, el regreso después del olvido. El tenis después del tenis, de los anunciantes y la televisión. El silencio rasgado por el ruido, tenso y seco, de una pelota redonda como un cero contra un cordaje, como una bala o un pájaro contra una psiquis.
La necesidad de que esto se acabe, cuanto antes. Fue especialmente al escribir estas crónicas, dijo Marguerite Duras, que Serge Daney se convirtió en un escritor. Cada línea de Daney es un golpe. Y este libro tiene todos los golpes, menos uno. El golpe que falta es el que te toca. Tendrás que soltar tu bestia, tendrás que desatar tu sombra. Los tenistas están terriblemente solos. Muerden la bala. Buena suerte.