EL FÚTBOL ES BUENA GENTE
Alejandro Albamonte
Todos los futboleros tenemos una historia que nos marcó, un recuerdo imborrable, un gol que llevamos dentro, la pasión incontrolable por los colores. Ese atardecer de un domingo con el resultado consumado. La radio que acompañaba, el repaso de los partidos por las noches, el 29 para ir a La Boca. El 15 para llegar al Monumental. El 160 para ir a Boedo. El 118 que te dejaba cerca de Huracán. El 111 a Chaca. Por Juan B. Justo cualquiera te dejaba en Vélez. Y «ojo cuando vas a Quilmes, o al Bosque platense, nene». ¿A Ferro? Parabas en Acoyte y Rivadavia y de allá caminando. A Villa Crespo con el 55. Comprar El Gráfico los lunes a la noche y después a Solo Fútbol, a partir del 85. Casi al mismo tiempo arrancaba Fútbol de Primera, y un ratito antes todos los goles, donde un domingo del 84 se elegía un gol en contra como el mejor de la fecha.
Todos fuimos alguna opción histórica, el gol de Grillo a los ingleses, la palomita de Poy, la corrida de Burruchaga, la cancha del bicho que se llenó con “100.000 personas” el 20 de octubre de 1976 cuando debutó Diego, el gol de Rubén Bruno en el 75, el zapatazo de Gásperi en rosario, la volea de Marito Zanabria en Arroyito, el tiro libre del Chapa Suñé, el penal de Carlos Gay frente al San Pablo, la entrada como 9 de Rocchia en el titulo de Ferro, la apilada de Verón en 1968 frente al Palmeiras, aquel zurdazo de Cárdenas o el cabezazo de Loeschbor, dos glorias académicas.
Quien no soñó ser Madurga en el 69, Fillol en el 75 parando ese cabezazo de la Bruja para campeonar, Gatti frente al benévolo Vánderley, Boyé en el 51, Kempes y su planchazo en el 78, Percudani frente al Liverpool, Amadeo, Roma y Barisio, siendo records de valla invicta, Frassolfatti salvando goles en la línea, El Babi Cortéz sacando laterales, Pepe Sand siempre un gol más, Pinino inflando piolas, Quique Videllé atajando el penal decisivo para Argentinos, El Turco Asad y ese gol imposible frente al Milan, Valdano llevando la pelota 40 metros y dándole con cara interna en el último acto mundialista, Passarella y el yeso de Van der Kerkof, El Búfalo Funes contra el América de Cali, Mesiano como estampilla contra Pelé, Rattin o Artime en el mundial 66, o Marzolini consagrándose como el mejor 3 del mundo.
Esta obra es solo una porción del glorioso y eterno fútbol argento. Mi deseo es que puedas disfrutarlo.