ITALIA 90
Pablo Alonso
Posiblemente haya sido uno de los peores mundiales de la era moderna. Posiblemente haya sido, también, uno de los peores equipos argentinos en mucho tiempo. Sin embargo, el Mundial 90 permanecerá marcado a fuego en la memoria de los que lo vivimos. Un equipo repleto de defensores, con el crack averiado, con muchos jugadores en malas condiciones físicas, pero que fue avanzando contra todo pronóstico.
Una Armada Brancaleone en pantalones cortos. «Notti magiche», las patadas de los cameruneses, Caniggia en el banco, la derrota inicial, la fractura de Pumpido, el regreso de la Mano de Dios, los centros (errados) de Goyco, Batista homenajeando a la Momia, el pase agónico a octavos, los tiros en los palos de Brasil, el bidón de Branco, el gol de Cani, los penales contra Yugoslavia, el tobillo de Maradona, los silbidos al himno, Zenga tirando un puñetazo al aire, la sonrisa de Cani, los penales de Goyco, siamo fuori, la final, Codesal, las lágrimas de Maradona.
Solo algunas de las muchas cosas que se pueden enumerar; una lista no taxativa. Italia ’90. Una épica de lo imposible transita cada uno de los caminos y meandros de ese torneo extraño pero entrañable, en el que un equipo alteró su destino a base de obstinación, personalidad y suerte. Con el análisis de cada una de las aristas de ese verano italiano repleto de noches mágicas, Pablo Alonso consigue ingresar al canon de grandes autores -Sasturain, Burgo, Borinsky y Vignone, entre otros- de libros mundialistas.