Osvaldo Zubeldía marcó un antes y un después en el fútbol. Creó una escuela, impuso una forma de pensar y la respaldó ganando, con triunfos que hicieron historia. Sus formas rompieron límites, trascendieron fronteras. Estudiantes de La Plata y Atlético Nacional de Medellín a partir de él no fueron los mismos. Su idea fue más allá e inspiró a Rinus Michels en la escuela holandesa.

Zubeldía hizo de la dignidad una forma de ser, del trabajo un culto, convenció a sus jugadores de que siempre se podían correr los límites e ir por objetivos superiores que parecían imposibles. No importaba ni el frío ni el calor, ni el sol ni la lluvia, no había excusas, siempre había que trabajar. Rompió moldes escribiendo un libro sobre táctica en 1965, fue impulsor y motor de la Asociación de Técnicos, siempre se preocupó por dignificar su trabajo y el de sus colegas.

Fue un laburante del fútbol, nunca se enojó con quienes lo combatían, les ganó ganando. Fue un adelantado, un revolucionario. Por eso en estas páginas quedan grabadas sus ideas, sus pensamientos, no solo a través de sus palabras, sino por las opiniones de quienes estuvieron a su lado o lo miraron a la distancia. Este libro pretende ser un legado zubeldiano.