En Miguel Sánchez, memoria(s) del primer atleta desaparecido, Ricardo Fernández reconstruye la vida del deportista a partir de entrevistas, voces, testimonios y archivos que dialogan con el contexto político social y económico de la Argentina en distintos periodos. Charlamos con el autor para conocer más sobre su obra.
El 24 de marzo se conmemora en Argentina el Día de la memoria por la verdad y la justicia, en homenaje a las víctimas de la última dictadura civico – militar que sufrió el país. En este contexto, decidimos charlar con Ricardo Fernández sobre su primer libro donde relata la vida de Miguel Sánchez, un atleta tucumano, militante, desaparecido en aquella época.
– ¿Cómo llegaste a la historia de Miguel Sánchez y que fue lo que te atrapó de él?
– Llego a la historia de Miguel Sánchez porque estudié periodismo en la Ex ESMA, que es una sede de la Universidad Nacional de La Plata. Era una Tecnicatura de Periodismo Deportivo y para una materia tenía que hacer un trabajo práctico sobre algún deportista. Yo opté por la historia de un deportista que esté desaparecido y me topé con la vida de Miguel Sánchez.
Ese fue mi primer acercamiento a la vida de Miguel. Luego con el transcurso de los años y ese vínculo con la familia, que tuve principalmente con Elvira que es la hermana de Miguel, me llevó a escribir el libro. Había carreras, entrevistas, documentales, calles con el nombre de Miguel y dije: «¿Por qué no?» Hace falta también un libro para que quede plasmada toda su historia. De esta manera llegué a la historia de Miguel.
Luego, lo que más me atrapó de él fue como un pibe de 24,25 años tenía tiempo para hacer un montón de cosas. Se levantaba temprano a las 6 am para entrenar, prepararse, tomarse el tren hasta Capital Federal, a su trabajo que era en el Banco Provincia como administrativo. Luego salir de ahí, entrenar en Villa Domínico por la tarde y luego regresar a su casa a la noche y de vez en cuando, ayudar en una unidad básica ahí en Berazategui. Era una unidad básica peronista, eso es lo que más me atrapó. ¿Cómo un pibe de 25 años estaba tan decidido y sabía que es lo que quería y lo que buscaba en ese momento?
– ¿Cuánto tiempo te llevó investigar y escribir el libro?
– El tiempo que me llevó investigar el libro fue bastante. Tuve que empezar a anexar muchas historias, hablar con familiares, amigos y personas que lo conocieron. Aproximadamente me llevó 4 años hasta que se publicó el libro.
– ¿Tuviste la posibilidad de acercarle el libro a algún familiar o amigo de Miguel?
– Sí, los familiares fueron una piedra fundamental para poder construir la historia de Miguel. Elvira Sánchez, que fue su hermana, la abanderada de la memoria de Miguel, fue la que más prestó testimonios en el libro.
Amigos de Miguel como el Beto Diaz, Nora Pereyra, Eduardo Santomil y también otros familiares, un poquitos más lejanos, como la sobrina Claudia Villagra, que estuvo presente en la noche del secuestro y decenas de testimonios extras que fueron tomados de afuera en algunos documentales. Pude reconstruir a través de entrevistas que fueron dando a distintos medios en su momento.
También, tomé testimonios de periodistas. Hablé con Ariel Scher y Pablo Llonto, que son periodistas que conocieron la historia de Miguel en primera instancia y que me ayudaron a construir toda esta historia.
– ¿Hay algún libro que te haya inspirado?
-Sí, libros que me hayan inspirado hay varios. Fundamental para mi, y el que me ayudó a poder armar la historia en un libro, fue Aramburu de María O’Donell. Me pareció un libro fabuloso, me ayudó muchísimo a la hora de redactar el mío.
– ¿A qué lector apunta tu obra?
– Este libro es más que nada para aquel que esté interesado en la historia argentina, eso es lo más importante. Aquel que le pique el bichito de saber lo que pasó durante esos años o que se sienta identificado con la vida de un deportista como la de Miguel.
Creo que la historia de Miguel es el ejemplo claro de lo que fueron esos años oscuros, tanto desde el 55, el bombardeo de Plaza de Mayo, el derrocamiento de Perón, las dictaduras que fueron luego de eso, desembarcando en la dictadura del 76, una de las más sangrientas del país.
– ¿Te gustaría afrontar otro proyecto como este en el futuro? ¿Qué historia crees que vale la pena contar?
– Sí, la verdad que me gustaría enfrentar otros proyectos. Tengo algo en mente, todavía estoy articulando y buscando la manera de seguir buscando historias de esos años, de hablar con familiares, con sobrevivientes, ex combatientes de Malvinas, que también fueron víctimas de la dictadura del 76 por lo que fue la Guerra de Malvinas del 82. ¿Cómo pibes de 18,19 o 20 años eran enviados a la guerra sin preparación previa? La verdad me gustaría encarar un libro de esa magnitud.
Justamente las historias más importantes que hay que contar son sobre la historia argentina, para que cada uno sepa de dónde venimos y hacia donde vamos. Con el objetivo claro de tener bien plantados nuestros cimientos y podemos encarar un futuro mejor. Como por ejemplo, hoy en día con toda la situación que estamos atravesando sobre si son 30.000 los desaparecidos o no. Con personas negacionistas y con pibes que siguen esa ideología, lo más importante hoy en día es plantar la historia, plantar memoria y plantar justicia y verdad también.
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MIGUEL SÁNCHEZ$20.500,00