LOS INVENCIBLES: EL ARSENAL DE WENGER DE 2003-2004
Adrià Jiménez Muñoz
Cuando el sábado 15 de mayo de 2004 el árbitro Paul Durkin pitó el final del encuentro que enfrentaba a Arsenal y Leicester City en Highbury, los 38 419 aficionados que fueron al estadio londinense asistieron a un hecho histórico. El Arsenal de Arsène Wenger acababa de terminar una Premier League entera sin perder ningún partido. Era campeón de la liga con 26 victorias, 12 empates y ninguna derrota.
En Los Invencibles, nos adentraremos en las entrañas de London Colney, el centro de entrenamiento del Arsenal, y el vestuario de Highbury, el estadio gunner hasta 2006.
A través de la voz de periodistas, aficionados y jugadores, entenderemos dónde y cómo empezó el cambio de tendencia del ‘Boring, boring Arsenal’ al ‘Wengerball’ que tanto hizo disfrutar a los seguidores del fútbol en el mundo. Porque si algo tuvo, y tiene, ese Arsenal 2003-2004 es que traspasó cualquier frontera en una época en la que hacerlo no era tan sencillo como ahora. Los ‘invincibles’, que así son conocidos por su imbatibilidad, serán siempre recordados por ser pioneros y, además, por la forma de llevarlo a cabo. Un estilo de juego determinado y que siempre se asociará a unos futbolistas que van a ser recordados mientras haya alguien chutando una pelota en algún lugar del mundo.
‘Victoria Concordia Crescit’; en latín, ‘La victoria crece de la armonía’. Un lema, el del Arsenal, que describe una forma de entender este deporte. Competir y ganar, sí, pero a su manera.